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Anna Llimós: Explorar los espacios y el tiempo
Rosa Bastos

Anna Llimós (1989) licenciada en Bellas artes, se encuentra en una fase de aprendizaje y a pesar de tener claras algunas ideas que se repiten en sus trabajos, produce en una amplia variedad de técnicas y formatos, eso sí, el eje temático sobre el cual se estructuran sus piezas gira siempre alrededor de los espacios en abandono y las construcciones arquitectónicas.

Un ejemplo de sus variados trabajos es “Tornar a l’origen” (Volver al origen), lo que hace la artista es una reinterpretación del ritual de colocación de la primera piedra para transformarlo en la inauguración de una utopía.En este caso fue una especie de performance donde la artista utilizó un bloque de piedra que provenía originariamente de la región de La Sénia. Es por eso, que su propuesta consiste en devolver este bloque de piedra a su lugar originario. De este modo, aquello que inaugura la piedra es el mismo acto de inauguración.

El bloque de piedra ha abandonado la cantera para pasar a ser un prisma pulido donde se podía leer “Tornar a l’origen” y estaba totalmente alejado de aquello que fue en un inicio y ahora volvía a la tierra de donde fue extraída de manos de Anna Llimós.Así pues, la artista trabaja temas como origen y muerte, inicio y final de una vida, y se entrelazan en un doble significado. El acto de inauguración representa el inicio de algo que empieza, pero el entierro de la piedra nos evoca inevitablemente a la muerte, al ciclo de una vida que acaba para volver a la tierra.

Otro ejemplo de esta variedad de técnica pero con un trasfondo temático donde analiza la arquitectura de una manera psicológica, es su serie “Gasolineras” donde ha fotografiado, de noche y en blanco y negro diferentes gasolineras.Estas imágenes evocan los “no espacios”, cuando hablamos de estos “no espacios”, que varios artistas han trabajado tanto a nivel plástico como literario, son estos lugares de paso, espacios artificiales que no sirven para nada más que para esperar, estacionar y seguir en el camino, en este caso, son las gasolineras, pero también lo pueden ser las estaciones de trenes, las salas de embarque de los aeropuertos, etc…

Este tipo de espacio, y todo lo que desprenden están siempre presente en los trabajos de Anna Llimós, así como las reflexiones alrededor de diferentes arquitecturas y espacios singulares, como por ejemplo en su serie “New Jersey Turnpike”, donde Anna Llimós se basa, a partir de un viaje que realizó Tony Smith, un importante escultor norteamericano, muy conocido por sus grandes esculturas metálicas de formas muy minimalistas, y que hizo un viaje a los 70, nocturno, por una autopista por las afueras de Nueva York, este viaje-experiencia, Smith, lo definió como “el fin del arte”, y considerado como el origen del Land Art.Anna Llimós, hace su pequeño homenaje a Tony Smith a través de esta serie, en la que antes que nada recrea el recorrido que hizo Smith a través del google street view, de este modo la artista pone en manifiesto una dualidad en el hecho de la banalidad de un trayecto por autopista, y de la otra, la subjetividad de toda experiencia artística.

Por otro lado ella crea una serie de pinturas, para reafirmar que realmente la pintura todavía existe, y que se enriquecen de las nuevas formas de trabajo, de hecho, las pinturas de Anna, tienen un punto de vista basado en como se ve Google Street View, es decir, imágenes distorsionadas por la cámara y el movimiento. Y la paleta de colores está definida por las sensaciones del artista al recorrer esta autopista.

De Anna Llimós podemos destacar su última exposición individual, “Territoris privats. Empremtes de l’habitar”, (Territorios privados. Huellas del habitar) que se realizó en el Museo de Arte de Cerdanyola hasta el pasado marzo, dentro del marco planteado por el MAC el cual presenta durante el año 2015 una línea expositiva que a través de diferentes muestras plantea varias miradas alrededor del concepto “territorio”.La primera de estas exposiciones fue la de Anna Llimós, basada en la representación de los territorios privados, y que además contó con el análisis de la crítica de arte Montse Badia.El eje vertebrador alrededor del cual se estructura “Empremptes de l’habitar” es la manera en como los objetos cotidianos tienden a caer en el olvido dentro de los espacios privados. La misma artista explica que en estos objetos se esconde una vía de representación del paso del tiempo y, a su vez, por la manera como conviven con aquello nuevo, el reflejo de la aceleración del ritmo de vida o la evolución de la cultura popular hacia un todo más global.Entre los objetos que nos acompañan en nuestra cotidianidad siempre encontramos aquellos que toman importancia por encima de los otros. Quizás por su carga emocional, que como explicaba Walter Benjamin, los dota de una aura especial que no nos deja que nos separamos.De alguna manera se acaban convirtiendo en la materialidad de los recuerdos, de los momentos que ya no podremos volver a atrapar. Benjamin afirma: “habitar es dejar improntas”, y es precisamente este consumo del habitar, el desgaste de los espacios y los objetos, los que Anna Llimós pone en el punto de mira con “Empremptes de l’habitar”.

Una de las series que formaba parte de esta exposición es “Present Continuo” o “Mobles destinats a guardar llibres” (Muebles destinados para guardar libros), una serie donde el papel se convierte en un material o espacio donde se suceden acontecimientos que escapan de la voluntad y el control de la mano del artista, puesto que partiendo de esta actitud pasiva, consigue convertirse en espectadora del paso del tiempo y es la temporalidad que se refleje en un juego de dobles sentidos.

Y es que lo que ha hecho la artista, es ilustrar estos muebles, ha colocado libros reales sobre el papel y ha dejado que la acción de la luz solar y la acumulación de partículas de polvo provoquen la oxidación del papel. El conjunto de libros hará de “reserva” mientras que deja como testigo la impronta en negativo provocada por la luz del sol y el polvo depositado a lo largo de un tiempo determinado de exposición.

De este modo le permite captar la silueta de aquellos objetos destinados a desaparecer -los libros y todas las historias que traen con ellos- otorgando una sutileza a la pieza que requiere la mirada atenta del espectador. La temporalidad se convierte así en un agente activo en el procedimiento de la obra.Por otro lado, en un sentido figurado, buscaba reflexionar en torno los cambios en la cultura y en el uso de los libros como fuente de conocimiento. En una expresión mínima del dibujo, el grafito nos describe aquello que queda impasible al paso del tiempo. Despacio, los libros, estos objetos materiales contenedores de conocimiento y cultura, quedan olvidados en los estantes.

También de esta exposición formaba parte la serie, “La part més alta de la casa” (La parte más alta de la casa), un conjunto de impresiones giclée y modificadas por la artista, y donde el título se refiere a las buhardillas de la casa, un espacio que se convierten, con los años, en un tipo de archivo histórico que recoge los diferentes momentos por los cuales ha pasado la propia casa. Los objetos que habían formado parte de la vida cotidiana, – sillas, armarios, tocadores, literas,… – se encuentran hoy apartados en rincones. Despacio se funden con el entorno, desapareciendo por instantes.La artista, en cada estampa, hace desaparecer los diferentes objetos interviniendo con grafito encima de las fotografías, continuando el espacio donde se encontramos detrás en algunos puntos, y, dejando en blanco otros fragmentos.Es decir, visualmente el resultado son imágenes de rincones abandonados, y los objetos que ocupaban estos espacios han desaparecido materialmente pero la

artista conserva la sombra blanca, perfiles, y realmente parecen los fantasmas de objetos que algún día ocuparon un lugar real.

Podcast del programa “Preferències” de Radio 4 de RTVE donde estuvimos hablando de esta artista: Podcast

Articulacioncultural.wordpress.com / 07/05/2015

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